domingo, 21 de noviembre de 2010

Lo que nos enseñan los videojuegos sobre el aprendizaje y el alfabetismo

Partimos de la base de que los videojuegos no son ni buenos ni malos en sí mismos, Paul Gee, en su libro Lo que nos enseñan los videojuegos dice que lo que sí es bueno, bueno es lo que se hace cuando jugamos a videojuegos. Los mecanismos, las estrategias, los procedimientos y técnicas que se aprenden al jugar. Un movimiento llamado Serius Games, ahora en auge, proclama el uso de las tecnologías con fines educativos y de entretenimiento, un movimiento surgido para cubrir las necesidades de una nueva generación de aprendices, los nativos digitales.

Un uso nuevo de la teoría del aprendizaje, un aprendizaje activo y crítico que se fomenta entre jugadores, son los llamados grupos de afinidad, que colaboran y construyen los ámbitos externos de los juegos y que contribuyen, cada día más, a transformar los ámbitos internos propios de los diseñadores y productores.

Las identidades proyectan nuestra visión en otras identidades usadas en el juego, es la identidad virtual que se alimenta de la real y que, a través de ella proyecta nuestras facetas en el juego. Por tanto, tres identidades relacionadas y, por tanto, tres perspectivas que se complementan, la real, la virtual y la proyectiva.

La acción sobre el objeto produce una experiencia en nosotr@s que, dependiendo del éxito o fracaso que hayamos tenido, inducirá a la reflexión, a partir de ella, volveremos a replantear la acción sobre el objeto, reajustándola y obteniendo una nueva experiencia que permitirá ir progresando de manera continúa.

Compatibilizar la información abierta y la inmersión en la práctica es el objetivo. Tener una base correcta que te permita ampliar la información y recomponerla en situaciones en las que se ha fracasado, y llegar a la acción exitosa. Así, de una manera gradual, el aprendiz, a través de la práctica y con una base correcta y su afán de documentarse, avanza hacia la resolución de problemas más complejos que le proporcionan el potencial para resolver otros.

Los videojuegos tienen la posibilidad de crear mundos virtuales complejos, con personajes completos, los jugadores deben asumir puntos de vista diferentes a las perspectivas de su mundo real. Esto posibilita la acción sobre mundos y la proyección de identidades basándose en modelos culturales, en algunos casos, ajenos, para el jugador es tener una visión distinta a la real y por tanto, enriquecedora.

Es contundente pensar que la comprensión en cualquier ámbito es más profunda en colaboración con otr@s. Y, el mundo actual nos lo muestra de tal manera, es un mundo de personas, de herramientas, de tecnologías y de empresas conexionadas, es un mundo en red. En este mundo pensamos y razonamos en grupo, dentro de una gran mente social que relaciona el conocimiento. El mundo de los videojuegos se aprovecha de este mundo en red de manera habitual y todos los protagonistas participan activamente en su diseño y producción.


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